De este modo se puede dar cuenta de la mezcla que experimenta en los tiempos de
internet y llamadas la vida personal y la vida profesional: La empresa Phonedog, portal de contenidos móviles, demandó a un
ex-empleado porque se fue a otra empresa y se llevó con él a sus
“followers” de Twitter. La demanda que le impuso fue de 2,5 dólares por
follower durante los 8 meses que estuvo activo desde que salio de la
compañía. Lo que suma una demanda total por 340 mil dólares.