Según el enunciado de la llamada Ley de Moore, y su corolario económico,
cabe suponer que las tablets no sólo serán más potentes, sofisticadas y
versátiles que las de hoy (incluso, probablemente sean flexibles o
enrollables) sino, por sobre todo, baratas.
Ciertamente, los precios de las tablets en caso de que evolucionen hasta
convertirse en el gadget masivo por excelencia, como lo son hoy los
teléfonos móviles no tendrán el peso que hoy tienen sobre el poder
adquisitivo, seguramente dependiendo de conexiones, por ejemplo, de
banda ancha 6 megas.